Hoy es un gran día para confiar en que hay sueños que se pueden hacer realidad. Amanecemos cansados por la intensa noche de las elecciones americanas pero con el entusiasmo contagiado del compromiso de “vamos a hacer un mundo mejor” del ya histórico y nuevo presidente Barack Hussein Obama.
Hace algo mas de 8 años comenzábamos el nuevo siglo XXI con el anuncio de “otro mundo es posible” en la cumbre del “Foro Social Mundial” de Porto Alegre, propuesta alternativa del movimiento antiglobalización ninguneada por la reunión de los poderosos en el Foro Económico de Davos.
Ha sido necesario asumir como humanidad grandes catástrofes y sufrimientos (Irak, Afganistán, 11S, Guantánamo) así como el terrible impacto social del cierre de fabricas y destrucción masiva de empleo en los países económicamente desarrollados en una carrera de migración industrial internacional en busca de la maximización de beneficios económicos a corto plazo, la exposición a riesgos financieros incontrolables, o la terrible crisis económico-financiera mundial, para darnos cuenta que la locomotora liberalista se descarrilaba arrasando con ellas los sueños de familias en el Norte y la supervivencia en las comunidades del Sur.
Hoy el mundo amanece consciente de que es necesario dotar de sentido común al modelo de desarrollo socioeconómico. Sentido común que anteponga a las personas sobre el capital. Sentido común que gestione las bondades de la mano invisible sobre un modelo de democracia participativa. Sentido común que re-defina la generación de riqueza como un bien compartido, solidario, equilibrado y comunitario. Sentido común que entienda los resultados a corto plazo como un medio para el éxito a largo plazo y no como un fin en si mismo.
En casa hoy amanecemos con la decisión de
En mitad de las turbulencias de una crisis económico-financiera, el parón del consumo local y la acrecentada sombra de una crisis estructural que pone en evidencia la supervivencia de un modelo productivo exclusivamente local e intensivo en mano de obra de poco valor añadido, el ejemplo americano nos muestra que quizás pueda ser el mejor momento para confiar que es posible desarrollar un proyecto socio-empresarial global, sostenible y coherente con los principios cooperativos.
Gracias al ejemplo e inspiración de amigos y compañeros hoy arranca este sencillo blog como un lugar de encuentro que nos permita soñar, reflexionar, debatir y construir el sueño de
